Al sustituir a su hermana, Nicola se casa con el frío heredero Jaime Torres. Él vivía por y para el trabajo; a ella le complacía su ausencia. Sin embargo, la convivencia forzada comienza a resquebrajar su fachada de hielo, y de sus encuentros nace un amor inesperado que Jaime había ocultado.
Jaime García, nacido con un cuerpo solar, está a punto de morir. Inesperadamente, descubre que Luna, una estudiante universitaria pobre, es la única persona en el mundo con un cuerpo lunar que puede curarlo. Por eso, se casa con Luna. Al enterarse de que correrá peligro de muerte después de curarlo, Jaime, que ha enamorado de Luna, está dudando.